La verdad, un repaso a lo nuevo de Cate Blanchett, Robert Redford
Basándose en el caso real de un asesino en serie que actuó en la zona de San Francisco entre finales de los últimos años sesenta y la década de los setenta, James Vanderbit escribió el guión de Zodiac, un magistral film de 2007 dirigido por David Fincher en que, por falta de pruebas concluyentes, es imposible pillar el criminal. Cada uno a su manera, investigan el caso un policía, un periodista del San Francisco Chronicle y un dibujante del mismo diario que se obsesiona. Todas las líneas de investigación conducen a un callejón sin salida. Todos los procesos detectivescos fracasan. Para decirlo simplemente, es imposible atrapar la verdad.
Teniendo presente Zodiac, no es extraño que el guionista James Vanderbit interesara por el llamado Rathergate, un caso que debe su nombre a Don Rather, un reconocido periodista y presentador de la CBS, pero que remite a la investigación sobre un presunto trato de favor al joven George W. Bush por el que éste, durante el servicio militar, no hubiera ido a la guerra de Vietnam más de treinta años antes de que, como presidente de EEUU, enviara tropas en Irak. La información llegó a la productora Mary Mapes, que buscar por pruebas poco antes de las elecciones presidenciales de 2005, en la que Bush fue reelegido. Mapes, exponiéndolas en el programa 60 minutes, consideró que había encontrado las pruebas, una de las cuales un documento denunciado como falso porque supuestamente había escrito en Word y, por tanto, no podía ser de la época de los hechos hipotéticos. Tampoco probó que el documento fuera falso, sin embargo, desde los sectores republicanos, se puso en marcha una cacería de brujas que conllevó la jubilación anticipada de Don Rather y el cese de Mary Mapes, que antes había denunciado los abusos a la cárcel de Abu Ghraib.
La productora de la CBS, pues, no logró demostrar la verdad relativa a los privilegios de Bush, por lo que Vanderbit se situaría en un terreno similar al de Zodiac en abordar su primera película como director con el Rathergate. Sin embargo, como lo anuncia el título Truth, Vanderbit cree que, con pruebas o sin, Mary Mapes (junto con su equipo y su amigo Don Rather) estaba en posesión de la verdad sobre el caso y que fue cuestionada por la presión ejercida por el poder político sobre los medios de comunicación. No me es difícil simpatizar con Mary Mapes, y menos si es representada por Cate Blanchett, pero es posible considerar que Vanderbit convierte la productora en una heroína y mártir mientras que resta complejidad a la película desestimando algunas cuestiones que apunta: ¿ha terminado el periodismo de investigación ?, ¿podemos conocer la verdad ?, ¿hasta qué punto esta cada vez se hace más difusa con todo lo que puede circular por las redes sociales? Además, por el momento ha demostrado que es mejor guionista que director y me remito a la planificación convencional de Truth. No es un director como Alan J. Pakula y Sidney Pollock, a los que menciono porque, de manera respectiva y con Robert Redford, dirigieron Todos los hombres del presidente y Los tres días del Condor, dos películas fundamentales sobre el periodismo de investigación en lucha contra las mentiras y la corrupción del poder político. Es una tradición en la que quiere inscribirse Truth y por ello, a la manera de un homenaje al actor, Robert Redford interpreta Don Rather.
Es bonito ver la complicidad de Redford y Blanchett, que se luce, pero no de la manera sublime de su gran interpretación del año a Carol, el filme de Todd Haynes en la que vive un amor lésbico en el Nueva York de los años cincuenta. Curiosamente, hay semejanzas entre Mary Mapes y Carol Aird: ambas beben, envuelven regalos en Navidad, están pendientes del teléfono y son juzgadas por unos hombres sin piedad.
Teniendo presente Zodiac, no es extraño que el guionista James Vanderbit interesara por el llamado Rathergate, un caso que debe su nombre a Don Rather, un reconocido periodista y presentador de la CBS, pero que remite a la investigación sobre un presunto trato de favor al joven George W. Bush por el que éste, durante el servicio militar, no hubiera ido a la guerra de Vietnam más de treinta años antes de que, como presidente de EEUU, enviara tropas en Irak. La información llegó a la productora Mary Mapes, que buscar por pruebas poco antes de las elecciones presidenciales de 2005, en la que Bush fue reelegido. Mapes, exponiéndolas en el programa 60 minutes, consideró que había encontrado las pruebas, una de las cuales un documento denunciado como falso porque supuestamente había escrito en Word y, por tanto, no podía ser de la época de los hechos hipotéticos. Tampoco probó que el documento fuera falso, sin embargo, desde los sectores republicanos, se puso en marcha una cacería de brujas que conllevó la jubilación anticipada de Don Rather y el cese de Mary Mapes, que antes había denunciado los abusos a la cárcel de Abu Ghraib.
La productora de la CBS, pues, no logró demostrar la verdad relativa a los privilegios de Bush, por lo que Vanderbit se situaría en un terreno similar al de Zodiac en abordar su primera película como director con el Rathergate. Sin embargo, como lo anuncia el título Truth, Vanderbit cree que, con pruebas o sin, Mary Mapes (junto con su equipo y su amigo Don Rather) estaba en posesión de la verdad sobre el caso y que fue cuestionada por la presión ejercida por el poder político sobre los medios de comunicación. No me es difícil simpatizar con Mary Mapes, y menos si es representada por Cate Blanchett, pero es posible considerar que Vanderbit convierte la productora en una heroína y mártir mientras que resta complejidad a la película desestimando algunas cuestiones que apunta: ¿ha terminado el periodismo de investigación ?, ¿podemos conocer la verdad ?, ¿hasta qué punto esta cada vez se hace más difusa con todo lo que puede circular por las redes sociales? Además, por el momento ha demostrado que es mejor guionista que director y me remito a la planificación convencional de Truth. No es un director como Alan J. Pakula y Sidney Pollock, a los que menciono porque, de manera respectiva y con Robert Redford, dirigieron Todos los hombres del presidente y Los tres días del Condor, dos películas fundamentales sobre el periodismo de investigación en lucha contra las mentiras y la corrupción del poder político. Es una tradición en la que quiere inscribirse Truth y por ello, a la manera de un homenaje al actor, Robert Redford interpreta Don Rather.
Es bonito ver la complicidad de Redford y Blanchett, que se luce, pero no de la manera sublime de su gran interpretación del año a Carol, el filme de Todd Haynes en la que vive un amor lésbico en el Nueva York de los años cincuenta. Curiosamente, hay semejanzas entre Mary Mapes y Carol Aird: ambas beben, envuelven regalos en Navidad, están pendientes del teléfono y son juzgadas por unos hombres sin piedad.