Christian Bale como Moisés es algo que no me termina de convencer, aún así, su actuación ha estado más que notable. Pero uno de los tantos puntos flojos de la película podríamos destacar un pobre guión, y una dirección que en ciertos momentos hace carecer de ritmo a la cinta, que desde luego, tratándose de Ridley Scott habría que exigirle mucho más. Mientras que, visualmente la película es fantástica, gracias a unos buenos efectos especiales.

Para ser una historia bíblica, está menos cargada de religiosidad de lo que se podría esperar, y es algo que valoro positivamente. Eso si, los errores (sobre todo históricos) hacen que la película pierda ese "Rigor histórico" que parece que quieren aparentar. Sin duda, es una película que la primera hora pasa muy lenta, pero cuando viene la acción, los efectos visuales hacen el resto.